Burgos, capital española de la gastronomía 2012

Pues mira qué bien. Burgos ha sido elegida capital gastronómica 2013 y yo que me alegro. Se ha votado en Madrid,en un restaurante de los finos, el Botín, por la Asociación Española de Periodistas de Turismo y la Federación Española de Turismo y Restauración.
Parece ser que se trata de un premio instituído recientemente y que se llevó Logroño en la pasada edición. Burgos ha batido a Ciudad Real este año y se ha llevado el premio a casita, que falta nos hace para subir morales y turismos que insuflen más vida a esta nuestra ciudad.
A decir verdad, y por el nombre de las ciudades arriba mencionadas, muy lejos de las grandes capitales de la gastronomía, parece que se ha optado por insuflar vidilla a las capitales de provincia. Y me parece muy bien ese reconocimiento, vaya que sí.
Estos últimos gloriosos años pre-crisis las instituciones se han complacído en otorgar premios rimbombantes, acorde con el espíritu excesivo de la época, pero las ciudades de entre 50.000 y 300.000 habitantes eran sistemáticamente apartadas de los rankings de todo pelo y más de los gastronómicos, para acudir al rebufo de ciudades mayores, en su mayoría periféricas. Ciudades que necesitaban menos de bombos y de platillos porque tenían tamaño, habitantes, fama y situación económica privilegiada de antemano.
Pero ahora les toca a los David, que los Goliath ya tuvieron su momento. Y Burgos es una de esas ciudades.
En los cinco años que he pasado fuera de la ciudad el cambio de perspectiva y actitud que ha experimentado Burgos es apabullante.Burgos se ha convertido en una hermosa ciudad a la que incluso los rigores climatológicoa han dado una tregua. Del Burgos, no te dejará frío ( por cierto, un slogan ingenioso y con cierta retranca muy de agradecer) hemos pasado al Sonríe, es Burgos. Flipante, porque el adusto castellano que era el burgalés ha dejado paso a un ciudadano más abierto y relajado más moderno y menos encorsetado. Sean el turismo, la Universidad, las experiencias de los Erasmus, el mundo globalizado o Internet los causantes de semejante cambio, se merecen un rendido aplauso de esta burgalesa que ha vuelto a su casa, sí señor.
Y sí. Sonrío, que es Burgos.

Jorge Villalmanzo se ha ido

Anoche murió Jorge Villalmanzo, bastión de las letras y la cultura de Burgos, intrépido y multifacético, se había hecho un hueco por sí solo en el mundo y se  había convertido en un personaje dentro de la ciudad. Y fuera. Artista multidisciplinar, poeta, músico, escultor secreto, columnista de prensa, delicado jardinero, crítico literario y de arte, impulsor de cuantas iniciativas culturales pudieran darse, como detallan en un intenso y sentido obituario del Diario de Burgos.
Yo sólo había coincidido con él unas cuantas veces. Era sencillo y luminoso, tan presto a la sonrisa que desarmaba con ella. Y le precedía su buena fama y para mí, la mejor carta de presentación es que era la pareja de mi amiga María José Castaño. Y es ahí donde me duele. Porque a escasas horas de su muerte, ella todavía no habrá encontrado un momento para refugiarse en ella misma y lamerse el zarpazo que le ha asestado la vida. Sólo antesdeayer hervía de ilusión por su posible experiencia romana. Y ahora, se le ha desmontado el mundo. Vagará aturdida entre trámites funerarios y abrazos desesperados de los más allegados. Y todas sus pequeñas preocupaciones vitales carecerán entonces de la más mínima importancia. Porque la Parca ha venido a trastocarle la vida y ante el vacío de la nada, los vulgares contratiempos diarios han pasado al limbo de los justos. Ahora se enfrenta a la Vida, la de verdad, la que asoma sus garras y aniquila sin piedad.
La conozco desde que teníamos catorce años y ya entonces deslumbraba su vitalidad sin límites y su entusiasmo por la vida. Deslumbraba, embutida en sus levi´s y sus converser rojas. Deslumbraba su voz y la pasión que le desgarraba cantando "Alfonsina y el mar". Aquella cara de ilusión sin límites es la que le ha seguido iluminando estos años posteriores y la que ha conseguido contagiar a sus cuadros. Porque es pintora. Pintora magistral del azul y de las tierras de Lara. Adoradora del Gijarrón y vestal del Arlanza.
Pero, a pesar de la distancia que nos ha separado, nunca conseguí arrancármela de las entretelas y ella ha manifestado una lealtad que me ha emocionado. Porque María emociona. Y ahora más. Y por eso te escribo. Porque estás en mi corazón y ahora tu dolor es el mío. Y es el que me impulsa a escribir, para liberarlo y para decirte que, estés donde estés, estaré contigo.

Mañana es la huelga general. Y no voy a participar, cosa sorprendente en mí.
Y no lo hago por dos razones fundamentales. La primera es que ahora ya no creo en las huelgas. No quiero dejar de realizar mi labor por un día sabiendo que va a caer en terreno baldío. No quiero participar en los bailes de cifras del día siguiente donde las cifras que dan los sindicatos difieren tanto de las calculadas por los gobiernos de turno. Produce solo una gran agitación periodística que es flor de un día. Ningún gobierno ha caído en este país porque los ciudadanos protesten. Porque no nos unimos ni para protestar. Porque en este país somos políticamente viscerales. Votamos con las tripas. Y el que es del PP, suele serlo hasta el final, sin disentir de ninguna de las premisas de su partido. Lo mismo rige para el PSOE, aunque me da en la nariz que los miembros duros de la militancia socialista son menos duros que los de la del PP.
Me da igual. Estoy profundamente en contra de la reforma laboral, porque nos deja otra vez en un estado de ánimo de vasallo de la Edad Media. En cualquier momento el señor feudal puede barrernos de un plumazo. Se acabó la disidencia. Se acabó la tolerancia. No podemos ni ponernos enfermos porque nos despiden. La barrera entre los fuertes y poderosos y la humilde clase media que había conseguido despegar en este país se ha hecho mayor. Y ahora tenemos miedo.
Nos han acogotado con una crisis inesperada y brutal. Nos han inducido a una psicosis de pánico. Nos han ido anunciando qué nos iba a pasar, qué íbamos a perder y en qué nos iban a recortar. Nos han asustado y dejado indefensos para que cuando llegue el acoso y derribo nos pille debilitados y enfermos de miedo. Eso es lo que se llama indefensión aprendida en psicología. Al conejillo de Indias le da igual qué acción emprenda, porque esta desembocará inevitablemente en una descarga eléctrica. Pierde el norte vital, se derrumba y muere de tristeza sin intentar defenderse o buscar otras estrategias.
Y esa es la segunda causa por la que no voy a la huelga. Tengo miedo. No quiero arriesgar mi ya precaria estabilidad laboral. No tengo esperanza y por eso no tengo ganas de luchar, porque de igual manera me va a llegar la descarga eléctrica. Tanto si me resisto, como si no.
Y por eso empiezo este blog, porque no me quiero morir de indefensión. Porque quiero gritar alto y claro que ya no creo en casi nada menos en el terrible gol que nos han metido a todos los habitantes de este planeta. Todo lo conseguido a base de duras luchas y guerras mundiales se ha quedado en nada. Todos los que han luchado por la igualdad y por  este estado ya pretérito del bienestar han sido aniquilados. Nos han ganado los mismos malos de siempre, los que tienen el dinero, que es el poder,  y nos lo están quitando en nuestra cara y nos estamos dejando.
Pero yo no me quiero dejar sin presentar lucha. Y esta es mi lucha.